La ventana abierta
son las seis de la mañana
el aire frío acaricia la piel
salieron los esclavos
a sus respectivos yugos
esclavos hambrientos
arrastrando sus grilletes
de pecados absurdos
Esclavos sistemáticos
pidiendo por un bocado
esclavos blancos, negros
flacos, gordos
huesudos de alma
dolidos de corazón
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