En la casa
donde no se come
bailan las miserias
atadas a un manojo
de egoísmos
Hierven las ideas
sin sal ni azúcar
pero no se escucha la tetera
menos el sonido
de la cafetera
En la casa
donde no se come
hacen fiesta los rufianes
cargando migajas
que atormentan
Una hormiga se apresura
a recoger la hoja misera
recordando buenos tiempos
de una etapa vivida
En esa casa
si, esa casa
donde no se come
pasan cosas descabelladas
a sabiendas de las paredes
Cementerio de estómagos
clamando una miga
una misera entrada a la boca
para calmar el dolor
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